La creciente necesidad de mejorar los modelos educativos obliga la revisión del concepto Calidad Académica para dar oportunidad al término Idoneidad Educativa.
Actualmente el concepto “calidad educativa” se rige con reglas que son establecidas por un órgano gubernamental mismas que deben ser seguidas por los docentes en el aula; mientras más reglas sean observadas, “mayor” será la calidad académica; todo ello sin considerar los diversos contextos enfrentados por el docente.
La calidad académica se percibe como una práctica industrial, en donde el diseño de los currículos sienta las bases para un proceso enseñanza-aprendizaje ideal. El cumplimiento del 100% del currículo por parte de los docentes se puede verificar utilizando los resultados de pruebas estandarizadas internacionales, exámenes departamentales, por el desempeño de los alumnos reflejado en sus calificaciones finales, por los premios académicos (individuales o grupales) logrados por los colegios entre otros.
“La calidad académica se percibe como una práctica industrial, en donde el diseño de los currículos sienta las bases para un proceso enseñanza-aprendizaje”
Sin embargo, desde el punto de vista de investigadores como Marco Murueta, la crisis social y económica a nivel mundial es causa y efecto de la crisis educativa mundial. Por ello la creciente necesidad de mejorar los modelos educativos; y en particular la obligación de revisar el concepto Calidad Académica y dar oportunidad al término Idoneidad Educativa. Este concepto fue presentado por el Dr. Vicenç Font de la Universitat de Barcelona en la conferencia “Criterios Valorativos y Normativos en Didáctica de una Disciplina Científica”, derivado del trabajo de investigación realizado por un grupo de profesores donde reflexionan sobre los criterios de calidad o idoneidad en la práctica docente, en el cual se busca empoderar al docente en la mejora de los procesos de enseñanza-aprendizaje, sustituyendo las reglas por principios, cuyo peso puede variar dependiendo del contexto de su aula.
“Los Principios Normativos, a diferencia de las reglas, se rigen por un peso asignado por el docente, dependiendo de la situación de su aula”
A diferencia del concepto Calidad, la Didáctica es el centro de los procesos de enseñanza-aprendizaje, teniendo dos demandas principales:
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Comprender los procesos de enseñanza aprendizaje de cada disciplina.
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Guiar en la mejora de
los procesos de enseñanza-aprendizaje de cada disciplina (valoración y mejora).
Estas dos demandas son compartidas por directivos, expertos normativos y docentes. En particular, la segunda demanda implica Principios Normativos y de la Moral: calidad, bien, mal, mejor, peor.
Los Principios Normativos, a diferencia de las reglas, se rigen por el peso asignado por el docente, dependiendo de la situación de su aula. Un docente asegura el cumplimiento de todos los principios normativos, sin embargo, puede resolver una contradicción entre principios asignando diferentes pesos a cada uno. Por ejemplo, un docente puede dedicar mayor tiempo a los conocimientos previos en una clase, al detectar una deficiencia en los alumnos al llegar al aula.
Estos son los criterios que podemos seguir para analizar nuestra práctica docente (Font, 2018):
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¿He enseñado mi disciplina de calidad? (Idoneidad epistémica)
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¿Han aprendido los alumnos con la tarea propuesta? (Idoneidad cognitiva)
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¿He utilizado los recursos temporales, materiales, Tecnologías de la Información y Comunicaciones (TIC) adecuadamente? (Idoneidad de medios)
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¿Las tareas y su gestión promueven la implicación de los alumnos? (Idoneidad emocional)
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¿He realizado una gestión adecuada de la interacción en la clase que ha permitido resolver las dificultades de los alumnos? (Idoneidad interaccional)
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¿Los contenidos se corresponden con el currículo y son útiles para su inserción social y laboral? (Idoneidad ecológica)
Las respuestas a estas preguntas guiarán a los profesores para determinar si han enseñado una disciplina con calidad, reflexionar si los alumnos han aprendido y que este conocimiento sea útil para su entorno. En la idoneidad educativa, los órganos directivos definirán estos principios normativos en donde los docentes elegirán los pesos de cada uno de ellos.
Este tipo de reflexiones son difíciles de realizar por un docente sin la capacitación pedagógica adecuada. De aquí surge la importancia de la capacitación continua del docente, principalmente aquellos sin la preparación pedagógica adecuada: Ingenieros, Licenciados, Médicos, todos ellos quienes iniciaron en la docencia por ser expertos en el área o disciplina. En la actualidad ya no es suficiente tener conocimiento del área, es necesario conocer la didáctica de mi disciplina: cómo aprenden mis estudiantes y cuáles son las teorías de la enseñanza.
La calidad académica se convertirá en idoneidad académica cuando el docente reciba los Principios Normativos dictados por sus órganos directivos; y partiendo de sus conocimientos pedagógicos, pueda asignar los pesos correspondientes a cada principio dependiendo del contexto enfrentado. De esta forma la Calidad Académica se transformará en Idoneidad Educativa y ya no será responsabilidad solamente de los altos directivos gubernamentales, sino responsabilidad de los miles de docentes frente a miles de aulas, con miles de contextos diferentes.
Acerca del autor
Rodrigo Ponce Díaz (rponce@itesm.mx) es Director de PrepaTec, Eugenio Garza Lagüera. Ha participado en el diseño curricular de la preparatoria desde el 2014 en el área de ciencias y en proyectos de Innovación Educativa en el Tecnológico de Monterrey.
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