La Jerarquía de las Necesidades de Maslow fue desarrollada originalmente por Abraham Maslow en su artículo de 1943 titulado “Una teoría de la motivación humana”. Maslow estudió lo que llamó ‘gente ejemplar’ y analizó cómo y qué los motivó a lograr. Su estudio incluyó a Albert Einstein, Jane Addams, Eleanor Roosevelt y Frederick Douglass. Maslow también estudió el 1% más saludable y de mayor logro de la población estudiantil universitaria.
Como resultado, desarrolló la jerarquía de necesidades como un intento de describir lo que las personas necesitan para alcanzar un nivel de satisfacción de sus vidas o lo que Maslow describe como “autorrealización”.
Esta jerarquía se divide en cinco niveles generalmente representados en forma de una pirámide moviéndose desde las secciones en la parte inferior, que proporcionan nuestras necesidades fisiológicas básicas de alimento y refugio, hasta el nivel de “autorrealización” en la parte superior.
Esta jerarquía se divide en cinco niveles generalmente representados en forma de una pirámide moviéndose desde las secciones en la parte inferior, que proporcionan nuestras necesidades fisiológicas básicas de alimento y refugio, hasta el nivel de “autorrealización” en la parte superior.
Este paradigma es útil para la educación porque puede ayudarnos a enfocarnos en lo que la educación es realmente importante: ayudar a los estudiantes a realizar su propio potencial y llevar vidas plenas, en lugar de lograr lo que pueden ser metas abstractas del programa de estudios.
La relevancia para la tecnología educativa es que puede ayudarnos a decidir qué herramientas elegimos usar con nuestros estudiantes y cómo les permitimos a nuestros estudiantes usar estas herramientas.
Se ha convertido en un mantra que la pedagogía debe liderar la tecnología más que al revés, y esto es, en gran medida, cierto. Gran parte de la implementación temprana de la tecnología educativa se centró en utilizar la tecnología como una forma de truco motivacional en lugar de porque era la mejor manera de lograr un objetivo pedagógico, pero esa no es la única verdad.
Poner la tecnología en las manos de los estudiantes y ayudarlos a entender cómo usarla de una manera que les lleve a su propia autorrealización también puede ser un objetivo perfectamente legítimo en sí mismo. Sin embargo, si hacemos esto, debemos estar seguros de que la tecnología sobre la que enseñamos a los estudiantes tiene una funcionalidad genuina para ellos fuera del aula y medir esto en contra de la jerarquía de Maslow es una buena manera de hacerlo.
Puede usar esta presentación de Digital Tools for Teachers – Trainers ‘Edition para capacitar a otros docentes y alentarlos a reflexionar sobre su uso de la tecnologí
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